Significado de Pleno Empleo (Definición, Concepto, Qué es)

Empleo

1. Concepto de Pleno Empleo

Situación en la que todos los recursos productivos de una economía están completamente utilizados. Se trata de una situación ideal, casi utópica, muy difícilmente alcanzable en la práctica. Amén de los crónicos defectos estructurales y las restricciones institucionales, resulta realmente muy difícil desde el punto de vista técnico lograr una combinación completamente armónica entre los productos que la sociedad demanda y los factores productivos de que dispone. Pues cuando se ha ocupado toda la mano de obra, sobra capital, o viceversa, o parte de la fuerza laboral se halla subempleada, o se está utilizando toda la mano de obra y todo el capital
disponible, pero una parte de los recursos naturales permanecen ociosos, o sobra mano de obra poco cualificada, pero faltan especialistas, etcétera (Véase Empleo, nivel de.)

Situación en la que hay más puestos de trabajo libres que parados [lord Beverid-ge]. Full employment.

El pleno empleo se cumple cuando todos los que lo necesitan pueden conseguir un empleo remunerado, y siempre que la tasa de desocupación no supere el 3% de la población activa (esta tasa incluye a los "parados circunstanciales", con carácter temporalmente o que están en situación de cambiar de trabajo). Antiguamente, los gobiernos se limitaban a luchar contra el paro forzoso. En la actualidad, procuran (con más o menos éxito) lograr el pleno empleo. Una política puramente correctiva es sustituida por una política intervencionista de los poderes públicos, basada en la previsión. No sólo se trata de ayudar a los desocupados, sino de lograr un funcionamiento equilibrado de la economía en el que todas las fuerzas de trabajo disponibles puedan conseguir empleo.
3 El siglo XIX y el primer tercio del siglo XX han estado jalonados por crisis violentas, brutales, que condenaban a millones de hombres al paro forzoso y a la miseria. En el período de entreguerras, el paro forzoso hizo estragos de manera crónica en Gran Bretaña. En los Estados Unidos, la gran depresión de 1929 alcanzó su apogeo en 1932 con 12 500 000 parados, es decir, el 25% de la población activa. En ese momento John Maynard Keynes elaboró la "Teoría general del empleo, del interés y de la moneda", publicada en 1936. Al hacer suyos e integrar algunos análisis anteriores —especialmente los trabajos de Sismondi, Marx y Rosa Luxemburg sobre el subconsumo obrero—, Keynes puso de relieve el papel estratégico desempeñado por la demanda. El volumen del empleo nc está dirigido por la tasa de salario, como creían los econo mistas clásicos, sino por las previsiones de los empresarios. En épocas de depresión, de baja coyuntura, Keynes preconiza actuar sobre las inversiones con el propósito de aumentar los gastos públicos (aunque sea con el riesgo de un déficit presupuestario). Mediante el juego del multiplicador, toda inversión adicional se traduce en un incremento del ingreso capaz de garantizar el pleno empleo.
La república de 1848 suscitó un escándalo al proclamar el derecho al trabajo. Un siglo más tarde, la Carta de las Naciones Unidas debió incluir el pleno empleo entre sus objetivos prioritarios. El camino recorrido es inmenso. Las tesis keynesianas han inspirado numerosas políticas económicas. El estímulo a la inversión privada y la financiación de las inversiones públicas por vía presupuestaria que, entre otras, caracterizan al New Deal de Roosevelt, pertenecen a este tipo. Las teorías intervencionistas de Keynes siguen siendo fundamentalmente conservadoras en la medida en que no ponen en tela de juicio las estructuras de la sociedad.
Después de la segunda guerra mundial parecen haber desaparecido los sobresaltos violentos. No obstante, los países industriales enfrentan cada vez más dificultades para hacer coexistir de manera perdurable pleno empleo y estabilidad monetaria. La recesión económica que se produjo en 1974 combinó un aumento simultáneo del paro forzoso y la inflación. Las medidas antiinflacionistas han agravado el paro forzoso sin cortar la inflación, y los programas de reactivación elaborados por los gobiernos para reanimar la actividad económica y aumentar el nivel de empleo corren él riesgo de provocar una nueva elevación de los precios.

2. Definición de Pleno Empleo

Pleno es un adjetivo que puede emplearse para nombrar algo que está completo o colmado. Empleo, por su parte, es un término que se utiliza con referencia al trabajo o a un oficio.
La noción de pleno empleo se desarrolló en el ámbito de la economía para mencionar a la situación en la que todas las personas que están en edad laboral y que quieren trabajar, cuentan con un empleo. El pleno empleo implica, en teoría, que no existe la desocupación y que la oferta de trabajo alcanza para satisfacer la demanda.
En el plano real, sin embargo, no existe una tasa de desocupación que resulte igual a cero. Por eso se considera que hay pleno empleo en aquellas economías con niveles muy bajos de desempleo. Por otra parte, la desocupación puede aparecer de manera momentánea cuando un sujeto no acepta un trabajo específico por no estar conforme con las condiciones o cuando un individuo deja un trabajo para pasar a otro (y aún no se integró a su nuevo puesto).
El objetivo de alcanzar el pleno empleo es esencial es las políticas keynesianas (basadas en el pensamiento de John Maynard Keynes). Según esta postura, sólo el pleno empleo garantiza el equilibrio en la economía, permite aprovechar de manera eficiente los recursos y mantiene alejada la chance de que se produzca una crisis. Por eso, para el keynesianismo, el Estado tiene actuar en el mercado para fomentar el pleno empleo.
Las políticas liberales, en cambio, sostienen que el pleno empleo tiene que alcanzarse de manera natural, a partir del juego entre la oferta y la demanda de trabajo. El desempleo, por lo tanto, es útil para reducir el valor del salario y fomentar la creación de nuevos puestos (más baratos para las empresas).

3. Significado de Pleno Empleo

El pleno empleo es un concepto económico que hace referencia a la situación en la cual todos los ciudadanos en edad laboral productiva -población activa-, y que desean hacerlo, tienen trabajo. En otras palabras, es aquella situación en la que la demanda de trabajo es igual a la oferta, al nivel dado de los salarios reales.
Según dicha definición, el desempleo, en una situación de pleno empleo, sería "0". En la práctica, se considera que existe "pleno empleo" aún existiendo cierta tasa baja de desempleo que respondería a un nivel de desempleados en proceso de cambio de un trabajo a otro -desempleo friccional- y a un porcentaje de personas desempleadas que en un momento dado no desean un empleo concreto ya que no satisface sus expectativas laborales o personales. Todas esas personas pueden -o no- figurar como registrados para cobrar el subsidio de desempleo y pueden -o no- ser consideradas a la hora de establecer si una economía en particular esta en una situación de pleno empleo
Pleno empleo, estado de bienestar y keynesianismo
Para autores como David Anisi el pleno empleo era el núcleo del pacto keynesiano, la base sobre la que se asentaba el Estado de bienestar, era el objetivo clave que procuraban los países en su política económica, con el objetivo de alejar el malestar social que provocó la segunda guerra mundial. El pleno empleo maximizaba la riqueza del país y de los ciudadanos, mediante la implementación de políticas macroeconómicas keynesianas. Para Anisi el objetivo nuclear del pleno empleo desapareció en 1973 y el mundo occidental comenzó a abandonar el pacto keynesiano que garantizaba tanto la imposibilidad de un crack del 29 y la posterior Gran depresión como cualquier conflicto bélico -como la segunda guerra mundial- alimentado por el malestar social.
Señala Raúl García-Durán que para Keynes el equilibrio del mercado que produjo la crisis de 1929 mostró como podía darse un equilibrio teórico sin pleno empleo, con mala utilización de recursos humanos y productivos y provocando una crisis económica profunda del sistema capitalista de mercado -crisis cíclicas según Marx-. Keynes criticó 1) la soberanía del consumidor y defendió que el consumo depende de la renta y ésta de la inversión; 2) crítica a la Ley de Say, el equilibrio del mercado no garantiza empleo ni consumo ni inversión y sí una profunda crisis y 3) el libre funcionamiento del mercado genera falta de demanda efectiva que obliga al Estado a suplir la ineficiencia del mercado.
Pleno empleo desde la perspectiva liberal
Desde el liberalismo economico se mantiene que en una situación ideal de competencia perfecta el pleno empleo se alcanzaría espontáneamente por la ley de la oferta y la demanda: si existiese desocupación los salarios tenderían a bajar, porque habría trabajadores dispuestos a incorporarse al mercado por salarios menores y, en tal circunstancia, las empresas tenderían a usar más intensivamente el factor trabajo, aumentando así la demanda del mismo y generando una situación de pleno empleo. Es el planteamiento genérico de la Ley de Say.
Pleno empleo, inflación y tasa de ganancia
También se ha alegado que el pleno empleo solo se puede lograr a costa de aumentar la inflación, ya que ésta provee un medio de hacer descender los salarios reales sin que los nominales desciendan. En este sentido puede verse la Curva de Phillips.
En contra del papel de la inflación se alega que dicha inflación solo significa un deseo de lograr y mantener tasas de ganancias excesivas. Si la tasa de ganancia fuera razonable, se podría lograr una situación de pleno empleo sin necesidad de recurrir a la inflación como mecanismo de reducción de los salarios.


Última actualización de esta pagina el 18 de noviembre de 2020


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